Platos principales / Recetas / sin huevo / sin lácteos
Lo de «quiche» que quede bien entre comillas antes de que mi marido francés me recrimine. Y no olvidemos lo del «como», también importante ya que esto no es una quiche ni de lejos, pero por dar el pego que no quede. Porque además está buenísima y si no dices qué lleva te apuesto algo a que la gente no tiene ni idea, si dices que no lleva huevo. Recordemos que yo no tengo nada en contra de los huevos, si son ecológicos claro. Pero como a mi me van los retos y llevar la contraria, acabo haciendo cosas como esta.
He olvidado empezar diciendo que esta es una receta dedicada a alguien muy especial. Una maravillosa persona a la que apodo mi «sister mallorquina». Ella me hizo por primera vez hace tres años una tortilla de patata sin huevo que me dejó perpleja. Y es en este preciso momento, cuando os desvelo el ingrediente camuflado: harina de garbanzos. Hoy está bastante más de moda el tema de utilizarla ya que es súper versátil ( hay un libro sobre sus posibles usos que te recomiendo aunque está en inglés), pero por aquel entonces me quedé de piedra, porque sinceramente daba el pego total y además estaba buenísima. Eso me hizo pensar en otras posibilidades de recetas que usaban huevo. Porque si conoces a alguien que no toma huevo, buscas alternativas que estén buenas. Yo además por aquel entonces acababa de llegar del sur de Francia de donde es típica la socca, una especialidad de Niza y alrededores, hecha con harina de garbanzos y cocida al horno de leña en una especie de sartén de hierro ancha. Como una especie de crepe gigante pero más gordita que se come calentita con los dedos. Imprescindible probarla si vas por allí. En Italia hay una variante que se llama farinatta de la que deriva a su vez la fainá argentina o uruguaya.
El caso es que pasó el tiempo, y no hice muchas pruebas salvo mi versión de socca más finita acompañando cualquier plato de verduras. Aunque recuerdo que hice este merengue del lemon pie con caldo de garbanzos! Hace unos meses, y no me preguntes como llegó a mi mente (convivir con un francés igual influyó), me vino el sustituir el huevo en una quiche, igual que mi amiga lo sustituía en la tortilla. La quiche también lleva nata, algo para lo que no tenía pensado sustitución. Así que me lancé a ello cual loca. Eso sí, una cosa que hago es dejar a remojo la harina con agua y sal de 8 a 10 horas. Esto hará que sea mucho más digesta. Tal vez este fuera el único punto que tenía claro jaja. El caso es que fue muy fácil! Salió a la primera!! Esas cosas mágicas que pasan a veces…
Aunque la receta en sí lleva varios pasos, es medianamente elaborada y parece que hay muchos ingredientes (muchos son hierbas frescas para el relleno), aguanta varios días en la nevera y del tiempo está buenísima también, con lo cual es perfecta para llevársela de picnic sin el agobio de que algo con nata, queso o huevo estén en un clima caluroso. Además es, evidentemente mucho más ligera que la original y sienta fenomenal. Mi hijo, que el pobre es, mi gran cobaya, mi medidor del «grado de rico» del plato, se lo comió dos días seguidos con bastante entusiasmo, y el francés aceptó la versión con aprobado alto. Así que superé la prueba y vosotros ganastéis una receta nueva para vuestro repertorio!
La masa de tartaleta es la que hice el mismo día de la prueba y como está muy buena la comparto tal cual aunque no es mía. Es del libro de Amy Chaplin » At home in the wholefood kitchen», del que ya compartí esta receta de tarta de manzana. Puedes hacer cualquier otra masa que te guste y por supuesto hacerla en tamaño grande, en vez de varias pequeñas ya que suele ser un poco más de trabajo (aunque tardarán menos en cocerse).
Y por supuesto puedes poner las verduras que más o gusten y tengas a mano. Y como mi querido marido repite: también un poco de queso de cabra le iría bien.(te he dicho ya que es francés no????)
Espero que te guste y hagas disfrutar a los tuyos y les sorprendas! Yo tengo que volver a hacerla en breve, que mi «sister mallorquina» aún no la ha probado!
Ingredientes (6 tartaletas de 12 cm de diámetro)
Masa de la base (receta de Amy Chaplin):::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
1/2 taza de semillas de girasol
1/2 taza de copos de avena
1 taza de harina de espelta integral (que tendrás que dividir)
1/4 taza de harina de arroz
1/2 tsp de levadura en polvo
sin aluminio
1/2 tsp de sal
4 tsp de semillas de sésamo (ella pone de amapola)
1/4 taza+2 tbsp de aceite de oliva virgen extra.
1/4 taza leche de almendra o similar
Relleno::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
450 gr agua
115 gr harina de garbanzos
1 tsp sal
1 tsp orégano seco
3 tbsp perejil fresco picado
3 tbsp cebollino fresco picado
1/8 tsp romero fresco picado
1/2 tsp zumo de limón
1 tbsp aceite de oliva virgen extra
1/8 tsp sal
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200 gr puntas de espárragos
1 calabacín mediano
aceite de oliva o aceite coco para hornear y sal para rectificar
Preparación
- Deja la noche anterior a remojo en un bol el agua con la harina de garbanzos y la sal. Remueve bien con una varilla y tápalo con film.
- Por la mañana enciende el horno a 180ºC , corta el calabacín a 3 o 4 mm de grosor y extiéndelo en una bandeja de horno con papel de cocción. Dispón las puntas de espárragos en un pirex o similar. Vierte un chorrito de aceite por encima de cada verdura, un poco de sal y hornea 10/15minutos. Reserva.
- Mientras, prepara la masa de la base triturando juntos las semillas, los copos, un cuarto de la harina de espelta, la levadura y la sal durante 30 segundos o hasta que veas que está todo bien molido. Vuélcalo en un bol y añade el resto de la harina y el sésamo. Añade el aceite de oliva mezclando con un tenedor y la leche de almendra. Mezcla con las manos hasta que esté homogéneo pero no esté pegajoso. Si estuviera seca añade una cucharada de agua o leche de almendra.
- Coge tus moldes de tarta (o un molde más grande de 21 cm) y engrásalos con un poco de aceite de coco. Reparte la masa entre los moldes y con la ayuda de los dedos extiéndela. Aprieta la masa contra los bordes con el pulgar para que no quede muy gordo. Pincha la base de cada tartaleta con un tenedor y hornéalas 15 minutos a 180ºC. Sácalos del horno.
- Coge el bol donde tenías la harina de garbanzos en reposo y añade todas las hierbas picadas, el zumo de limón, el aceite de oliva y la sal. Mezcla con una varilla.
- Cuando tengas listas las tartaletas medio horneadas, recupera tus verduras horneadas reservadas y dispón en el fondo una capa de calabacín, un poco del relleno líquido, un poco más de calabacín, relleno y los espárragos al final. Tiene que quedar bien al borde de la tartaleta para que luego al hornearse no se quede muy bajito el relleno. Vuelve a hornear 20 minutos a 200ºC y 5 minutos más a 180ºC o hasta que veas que están doraditas.
- Acompáñalas con una ensalada verde sencilla.
- Disfruta!
Maravilloso
Gracias
gracias a ti! beso
gracias Elisa!
gracias Maria, por asumir otro reto y darlo a conocer para que podamos experimentar como hacer comidas tan deliciosas!!!
Hola! No consigo copos de avena.. con que lo puedo reemplazar?
Hola , puedes poner otro tipo de copos de cereales o sustituir la cantidad por harina de espelta o sarraceno. un saludo.
Imagino son las semillas de girasol ya sin la cascara no??
Hola Cynthia, sí son semillas sin cáscara. un saludo
Oh! llevaba muucho tiempo queriendo hacer una quiche sin huevo y esta es perfecta!
Quería preguntarte si la base de la tartaleta funcionaría bien sustituyendo la harina de espelta por otra sin gluten, arroz, avena, maiz…
¡Gracias!
Hola Mei, pues seguramente puedes poner sin problema avena o sarraceno o una mezcla, o arroz claro. Lo que tengas a mano. Pero la avena no deja un sabor o textura que puedan molestar. Espero que te guste! Un abrazo