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En los últimos diez años, me he cambiado cinco veces de casa y tres de país. En los últimos cinco años, he vivido en tres casas diferentes en zonas de costa, aunque no necesariamente cerca de la playa. Zonas de mucho calor en verano, donde la temporada hostelera funciona a tope. Para muchos, la temporada de verano en familia. Pero para mi no. Para mi las vacaciones en familia son en invierno. Así que yo ahora adoro el invierno!!!! Pero en estos momentos adoro el invierno porque este calor es un infierno. Y eso, que tengo la suerte de tener buenas playas a apenas media hora de casa, pero pasar el día bajo la solana no es lo mío. O pronto o tarde. Y no os creáis, cada vez que me he cambiado de casa, el pensamiento de una piscina en casa era inevitable y tentador, sobretodo con un niño pequeño y un marido currando a destajo. Ayer recordaba una conversación que tuve con un amigo de Madrid, que me preguntaba que si no echaba de menos tener una piscina. Y yo, toda segura, respondiéndole que noooo, que ya estaba acostumbrada: PERO QUE PEDAZO DE MENTIRA!!!! Esta semana PAGARÍA POR TENER UNA PISCINA!!! Que hay que limpiarla, vale, que cuesta caro, vale, que se estropea, vale, me da igual, quiero una! Me lo he apuntado como prioridad para nuestra futura casa…
Porque con este calor, a quién le apetece encender el fuego de la cocina?????? Y no hablo ya del horno. Llevo casi dos semanas comiendo fruta por la mañana, fruta o ensalada a medio día. Y no es una dieta, es que no me entra nada más. Por la noche la cosa puede ampliarse a cosas cocidas, pero siempre en modo ligero.
La receta de hoy, tiene mucho que ver con este estado actual de máximo calor. El otro día mi comida fue medio melón. Os aseguro que fue un placer. Recordando alguna receta de guacamole con mango o albaricoque que hice en el pasado, se me ocurrió combinar aguacate con melón. En nutrición pureta, el melón es una fruta que el cuerpo digiere al momento y es mejor no combinarlo con otros alimentos ya que puede fermentar en el estómago y entorpecer la digestión. Pero a veces nos podemos saltar las normas.
La receta ha ido creciendo y modificándose a pesar de la sencillez. Primero era un tartar de aguacate con limón, y las lonchas de melón por encima. Cuando hice la primera prueba, ví delante mío un bote de aceitunas negras de una payesa de por aquí que están que te mueres, con bastante carácter, un toque de amargor y salado que contrastaría bien con el conjunto. Luego pasó por allí mi chico, y me puso la albahaca morada delante de las narices. Cuando lo probé todo me gustó, pero pensé que estaría mejor con más melón: en daditos mezclado con el aguacate, para darle un toque más refrescante. Pero este pensamiento vino después de haber hecho todas las fotos del montaje, así que este cambio visual tendrás que probarlo por ti mismo…
Espero que os guste y os haga pasar «la caló» con más energía.
Ingredientes (para 6 personas)
3 aguacates maduros grandes
1/2 melón
1 cebolleta
150 gr de aceitunas negras
3 tbsp de aceite de oliva virgen extra
zumo de 1 limón
15 hojas de albahaca morada
1/2 tsp de sal
1/8 tsp de peperoncino (opcional)
pimienta negra recién molida y sal maldon (escamas) para el emplatado
Preparación
- En un bol pon el aguacate cortado en cuadraditos pequeños, con el zumo de limón, el aceite de oliva, la sal y el peperoncino.
- Pica la cebolleta finita (la parte verde también) y la mitad de las hojas de albahaca. Deshuesa las aceitunas y córtalas en 3 o 4 trozos cada una. Añádelo todo al bol del aguacate.
- Quita la piel al melón y corta la mitad en cuadraditos, añadiéndolo al aguacate, y la otra mitad córtala en láminas finas de 1 mm. Si tienes una mandolina puedes usarla, aunque con un buen cuchillo bien afilado es suficiente . Resérvalo en un plato.
- Para emplatar individualmente, coje un aro y añade 3 cucharadas soperas (esto dependerá del tamaño de tu aro) de la mezcla de aguacate aplastando suavemente. Haz lo mismo en el resto de platos.
- Coloca con cuidado láminas de "carpaccio" de melón sobre el aguacate, girándolas para que queden bonitas.
- Añade un chorrito de aceite de oliva, pimienta recién molida, unas escamas de sal y una hoja de albahaca.
- Disfruta!
Cuando he visto la foto, me ha asaltado el pensamiento automático de ¡ñós que pinta!
Así que me el siguiente paso es asaltar la receta y probarla. Ya te contaré…
Por cierto, me encanta tu historia en medio de la elaboración 😉
gracia Pilar!