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Si tuviera que hacer  una traducción literal del inglés, no debería hablar de «crema» sino de manteca. Llevo un rato dudando, manteca, puré, crema, pasta. Por ahora he elegido crema, tal vez luego cambie de opinión…

Ya os he contado varias veces, cómo hay ciertas cosas, que realmente no merece la pena comprar por el elevado precio que tienen y lo fácil que es hacerlo en casa. Es verdad que para esta receta en concreto necesitas un aparato potente, y no, no vale una batidora. Necesitas un procesador de alimentos (como el de las fotos) o una termomix. Yo tengo ambos y aunque la termomix es mucho más rápida y lo hace en 5 minutos, el procesador sirve igualmente aunque habrá que tener más paciencia. Lo más importante que no debes olvidar, a parte de la omnipresente paciencia, es que al triturar, cada minuto tendrás que bajar la mezcla que se quede en las paredes. No puedes hacer cantidades muy pequeñas porque la máquina no lo cogerá , así que piensa siempre en hacer al menos 400 gr. Es un trabajo previo que merece la pena porque al ser un producto concentrado, te va a durar tiempo. La receta que comparto hoy es la mezcla que suelo hacer para tener siempre a mano. Lo importante es usar la misma técnica para lo que tu elijas.

Y lo más divertido? Que puedes hacer las mezclas que más te gusten! Cambiar de fruto seco o semilla, según tú animo o según la receta que tengas en mente. Yo haciendo el articulo he descubierto el increíble sabor del puré de macadamia, además de comprobar que es el que más rápido se hace por la cantidad de grasa que tiene y el que consigue una textura más fina. Probándolo y viendo su color blanco me ha venido a la cabeza el frosting sin azúcar del carrot cake! La próxima vez que lo haga, macadamia adjudicada… Probarla de verdad, es increíble, parece chocolate blanco. Si haces unos crepes o pancakes te aconsejo que untes un poco de la crema de macadamia con un chorrito de sirope de arce…puro placer. Mismo uso para el kid friendly sandwich.

Y no sólo valen para untar, hay un sinfín de recetas donde puedes usarlas:

• Añadiendo una cucharada a una vinagreta o salsa .
• Una galleta como la de almendra o la de la gratitud, pudiendo cambiar el sabor de la galleta en función del fruto seco o semilla que utilices.
• Barritas energéticas de chocolate o multisemillas.
• Añadirla a un helado de fruta.
• Hacer un hummus con otro tipo de semilla.
• Como relleno de un bombón.
• hacerte tu propia «nutella».

Enfin, todo lo que se te ocurra y tu imaginación te permita. Ya verás como una vez que le cojas el tranquillo, no volverás a comprarla hecha.

Animate y cuéntame tu mezcla favorita!