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Ya llega el veranito! Y aunque he de reconocer que el calor aplastante de julio me supera, el poder empezar a comer y cenar en la terraza o hacer un picnic con amigos sobre la marcha me encanta. Porque con pocas cosas sencillas puedes montar un picoteo digno aunque no hayas tenido tiempo de ir a la mercado o parezca que no tienes nada en la nevera. Por eso la receta de hoy reivindica ese aspecto de ir a lo sencillo, dándole en este caso, un aire como más sofisticado cuando en realidad hay pocos ingredientes y lo importante son la combinación de sabores que te explotan en la boca.

Además, este plato por sí sólo puede componer en tu día a día varios platos. Quiero decir, que así tal cual junto con los crakers (receta pinchando aquí) tienes una comida completa con proteína, carbohidratos, grasas saludables y verdura cruda. También puedes usar un buen pan de centeno o pan moreno si eres de tierras mallorquinas y hacerte una tosta. El dip de judías blancas por ejemplo, el día que lo hice, mi chico lo presentó en cada plato haciendo ese mismo círculo que veis en las fotos, con arroz integral en el centro y unos espárragos  trigueros con un chorrito de aceite de oliva y limón por encima. Cena lista, rica y completa.

La ensalada de remolacha la puedes tomar como primer plato ahora que hace más calorcito y apetecen más cosas crudas. Y en este caso es además súper depurativa ya que entre otras cosas te limpia la sangre. Evidentemente las alcaparras, son opcionales pero si quieres notar contraste de sabores ácidos y dulces es importante ponerlas!

En este caso, la remolacha la he cortado con la mandolina en plan carpaccio por dos motivos: el primero porque le da un toque crujiente al conjunto ( y ya sabéis que yo necesito crunchy en mi vida) y el segundo, porque estéticamente queda precioso! También podrías  disponerlo en el plato como si fuera un carpaccio después de haberlo aliñado a ver si le das gato por liebre a los carnívoros jeje. Si no tienes mandolina, puedes cortarla con un cuchillo muy afilado si eres maños@ o rallarlo con la parte gorda de un rallador.

Me estoy dando cuenta, al repasar recetas que estoy enamorada de la remolacha cruda!!!! esta o esta receta son también increíbles.

Dado que lo importante en la cocina es aprovechar el tiempo, y aunque puedes usar un bote de judías blancas para esta receta, yo te aconsejo que las hagas tú! Mucho más económico y sin aditivos! Asi que deja 1 kg de judías a remojo 24 horas para hacerte un stock. Las cuelas, y las cueces con hojas de laurel, una cebolla con la piel y una rama de apio o las verduras que tengas a mano. Ponle sal sólo cuando veas que ya están blandas y lo dejas hervir cinco minutos más. Cuélalo guardando el caldo y deja enfriar. Pesa la parte de la receta que vayas a usar y el resto guárdalo  en botes de cristal y déjalos enfriar en la nevera. Una parte te servirá para hacerte una ensalada al día siguiente y el resto lo podrás guardar en el congelador una vez bien enfriado el bote en la nevera. El caldo que te haya sobrado te servirá para terminar el dip y el resto lo puedes usar para cocer quinoa o hacerte un risotto o si quieres hacer una sopa de miso.

Bueno ahora ya sólo os queda poneros manos a la obra aprovechando que he conseguido hacer un par de recetas sencillas! Ya me contaréis esos contrastes de sabores como sorprenden a los parientes!