Desayunos + snacks / Dulces + postres / Recetas / vegano
Ahora que ya hemos pasado la frontera del nuevo año y a punto de que la festividad de los Reyes Magos pase delante de nosotros, se me ocurrió que compartir esta receta en este momento era una buena idea. Por un lado porque ha supuesto un reto que he conseguido lograr al final del año, y compartir logros es como seguir mirando con ilusión el futuro.
Por otro lado, aunque a estas alturas estemos más que saturados de comidas pecaminosas, se me ocurrió que tal vez a alguien le gustaría tener un bollo alternativo al roscón.
Y si no, si ninguna de estas razones sirvieran de excusa, quédate con la alegría de tener entre tus manos una receta saludable del típico cinnamon roll. Una elaboración que me requetechifla, de ahí que llevara tiempo intentando conseguir un roll tierno sin que llevara harina de fuerza o blanca, mucha mantequilla o mucho azúcar.
He de reconocer que en mi intento de rebajar proporción de azúcar y mantequilla el resultado es una receta que es un poco elaborada y necesita de un buen amasado para que la espelta suelte su elasticidad. Pero como entiendo que es una receta que no vamos a hacer todos los días, si no en ocasiones especiales, el trabajo extra no me parece un impedimento para evitarla. Muy al contrario! Obtener una bonita (y rica) recompensa merecen la pena.
También obvié el hecho de ponerle un frosting por encima para no complicar más la receta, y dejarlo con un mínimo brillo hecho con agua y sirope de arce para darle un bonito color.
Tenía pensado también ofrecer dos tipos de montaje, pero al final el segundo me parecía que era complicarte la vida, y el resultado final en boca y textura no era tan bueno como el formato de roll normal.
Aunque veas que uso un molde de cake y hago como una fila, también puedes colocarlos en otro tipo de molde redondo o cuadrado y rellenarlo con los trozos ajustándolos a la forma del molde (siempre un poco separados para que tengan sitio a la hora de fermentar). O incluso en moldes de muffin, poniendo un trozo en cada hueco, haciendo rolls individuales! Lo único que cambiará es el tiempo de cocción, que será menor en los muffins individuales y mayor si hay más cantidad junta en un mismo molde.
Espero que lo disfrutéis con un buen té, un chai (pincha aqui) o un chocolate a la taza (pincha aquí) .
Ingredientes (para 6/8 personas)
Masa///////////////////////////
100 gr harina de centeno semi integral
240 gr harina espelta integral
2 tsp + 1/4 tsp levadura de panadería
1/2 tsp sal marina
30 gr aceite de oliva virgen extra
150 gr calabaza cocida al vapor (cocer unos 220 gr de calabaza cruda pelada y sin pepitas)
50 gr azúcar de coco
2 dátiles
1/8 tsp cúrcuma
130 gr leche de almendra ( o la que tengas)
Relleno//////////////////
40 gr aceite de coco pomada
30 gr azúcar de coco
1 y 1/2 tbsp de canela
5 ciruelas pasas deshuesadas
150 gr manzana pelada y descorazonada
50 gr nueces
Brillo///////////////////////////
1 tbsp agua
1 tbsp sirope de arce
Preparación
- Cuece al vapor la calabaza (unos 220 gramos) durante 10/15 minutos hasta que esté tierna.
- Mientras se cuece, pon en un bol grande las harinas, la levadura y la sal. Mezcla con una varilla para airear.
- Cuando esté cocida la calabaza ponla en un plato sobre un papel de cocina.
- Mientras, añade al vaso de tu procesador de alimentos el aceite de oliva, el azúcar de coco, los dátiles deshuesados, la cúrcuma y 50 gramos de la leche (reserva en un vaso el resto de la leche para más tarde).
- Cuando la calabaza esté tibia, añádela también a lo anterior y tritúralo todo hasta que tengas una crema homogénea.
- Prepara un bol grande de cristal y pon un poco de aceite de oliva en el fondo (1/2 tsp) más o menos, sólo es para engrasar el fondo del bol un poco. Reserva.
- Vuelca esta crema sobre tu bol de harinas que tenías reservado y mezcla con las manos hasta que esté combinado. Vuelca sobre la mesa y amásalo durante 15 minutos añadiendo el resto de la leche en dos tandas (por ejemplo a los 5 minutos de amasar añades la mitad de la leche y a los 10 minutos añades el resto) con cuidado de que no se te desparrame.
- Cuando hayas acabado de amasar, haz una bola (puedes espolvorear un poco de harina por encima para ayudarte a hacer la bola) y ponla dentro del bol de cristal que habías engrasado.
- Tápalo con papel film de plástico y deja que doble de volumen (más menos 2 horas/2 horas y media) cerca de una fuente de calor (encima de un horno encendido o de un radiador). Esto sólo se hace en invierno, si fuera verano no hace falta ya que el calor ambiente ayudaría a la fermentación.
- Mientras, prepara parte del relleno: pon el aceite de coco en un bol mediano y ponlo también cerca de una fuente de calor para que coja una textura de pomada cremosa.
- Pesa el azúcar de coco con la canela y mézclalo.
- Pica las nueces y las ciruelas. Reserva.
- Cuando tu masa haya doblado de volumen, prepara el relleno: mezcla con unas varillas el aceite pomada con el azúcar y la canela. Ralla una manzana hasta que tengas 150 gramos y añádelo al bol de aceite con las ciruelas picadas y mézclalo bien con las manos hasta que tengas como una pasta.
- En una bandeja (o tabla) que te quepa en el congelador, pon una hoja de papel sulfurado y espolvorea un poco de harina por encima de la hoja y por encima de tu masa. Con la ayuda de una rasqueta vuelca la masa encima de la hoja. Espolvorea un poco más de harina sobre la masa y estírala con la ayuda de un rodillo hasta que tengas un rectángulo de (más o menos) 22x32 cm.
- Extiende sobre la masa, con cuidado de no aplastarla mucho, la mezcla de aceite con manzana dejando un marco de 1 cm sin masa alrededor (fíjate en la foto) de los bordes.
- Distribuye las nueces picadas por encima.
- Vete enrollando la masa desde uno de los lados más largos hacia el lado opuesto hasta que tengas un tubo. Te puedes ayudar con la ayuda del papel al ir enrollando.
- Mételo en el congelador durante 20 minutos.
- Engrasa un molde o fórralo con papel de horno. Enciende el horno a 180ºC con la función de aire.
- Saca la bandeja del congelador y corta rodajas de más o menos 4 cm.
- Distribúyelas en tu molde dejando una separación de medio milímetro entre cada trozo. Tapa con un trapo (que no toque la masa) y déjalo cerca del horno o de un radiador. Deja fermentar una hora y mételo en el horno 25 minutos.
- Mezcla el brillo (agua y sirope) en un bol pequeño.
- Deja reposar el molde sobre una rejilla al sacarlo del horno y píntalo con el brillo.
- Disfruta!
Gracias María . Tus recetas me gustan…este lleva trabajin pero cuando tenga tiempo,no estemos tan cansados de dulce….seguro …
Claro que sí! un abrazo y gracias a ti!