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A veces me pregunto porque productos tan fáciles de hacer, se venden tan caros. Un muesli hecho en casa es tan fácil y rápido y con tantas variables, que es una auténtica oportunidad para no gastar más dinero del necesario. Compra los copos que más te gusten y mezclados con frutos secos, semillas, fruta deshidratada, coco, nibs de cacao… La imaginación y los gustos de cada uno producen variantes infinitas.

La receta de hoy, me sirve para animaros a haceros vuestro propio muesli, pero también para hablaros de la versión veraniega del porridge invernal que para mi es el bircher muesli. El nombre viene del Doctor suizo Max Bircher, que a comienzos del siglo XX, fue un auténtico revolucionario y promotor de la alimentación sana.

La mezcla del muesli debe dejarse a remojo en crudo toda la noche, para que los copos (y semillas) se hidraten y sean más digestos y fáciles de asimilar.

La textura no es apta para todos los gustos ya que es como una papilla (de ahí su nombre) que puede resultar sosa y de una textura que no agrade a todos. No tiene la textura cremosa de un porridge caliente. Pero si os gusta, en época calurosa es agradable tomar algo fresquito por la mañana, que además sabes que te va a dar mucha energía saludable. A mi chico, que el rollo papilla no le va nada, se lo hago igual y él se lo lleva al trabajo y se lo tritura con zumo de naranja y plátano y se hace un batido cuando va a desayunar.

Lo mejor de todo es que lo dejas preparado por la noche, y a la mañana siguiente sólo tienes que abrir la tapa y comértelo. A mi me gusta añadir un poco más de líquido para que no esté muy compacto, pero depende de cada uno. Puedes usar cualquier tipo de leche vegetal o incluso yogur o kéfir rebajado con un poco de agua.

En la receta de hoy os doy además una receta de una «mermelada cruda» instantánea con semillas de chía, y así de paso añadir aún más propiedades y sabor al conjunto.

La leche de coco y té matcha es súper rápida también, porque no hay nada que escurrir ya que la hago con una lata de leche de coco. Pero puedes hacerlo con cualquier leche que tengas. El único inconveniente de esta leche es que tendrás que hacerla antes de poner a remojo el muesli porque al enfriarse la leche en la nevera, se enfría la grasa, y se forma una capa de unos cm a través de la cual no pasa el líquido, pero con dejarla fuera de la nevera 30 min y batirla bien, vuelve a estar en condiciones.

Y no te preocupes si la leche te sabe fuerte a té, ten en cuenta que al reposar el conjunto, perderá sabor. El té matcha es un súper alimento lleno de propiedades antioxidantes y desintoxicantes, que aporta energía, pero también calma la mente y el cuerpo, y mejora la concentración. A diferencia de otros tés, lo que se consume es la hoja entera por eso es un concentrado de propiedades y sabor.

Por lo demás contaros que la asociación pistacho, frambuesa y té matcha es un clásico en repostería (sobretodo pistacho y frambuesa). Y el coco es un aliado perfecto de todos ellos.

Si eres tan fan como yo (y mi querida Carmen) del té matcha, esta es una buena manera de empezar el día, sobretodo ahora que estamos en verano y tenemos más tiempo para cuidarnos y darnos algún capricho.