Desayunos + snacks / Platos principales / Recetas / sin gluten

Esta es una de esas recetas, que a pesar de estar muy orgullosa con el resultado, y a pesar de las ganas que tenía de compartirla en el blog, la he ido aplazando por no tener las fotos listas. Pero cuando miro hacia atrás, entiendo que el momento de compartirla era ahora, aunque fuera un año después. Porque ahora, al volver a hacerla para hacer las fotos, hice un “error” con los guisantes frescos que acompañan los waffles y al final, simplifiqué la receta y eso es TODO UN LOGRO. Simplificar una receta de varios pasos SIEMPRE implica un agradecimiento enorme, sobre todo cuando una, tiende a la complicación por buscar un sabor bien equilibrado, buena textura… Así que esto es un gran YESSS. YUJUUU….ALELUYAHHH…YEAHHH.

He intentado usar todos los ingredientes locales y de temporada que he podido para que además de saludable, tengamos la conciencia un poco más tranquila. 

Otra cosa que quería recordarte con esta receta usando una base como de una socca, era la importancia del remojo de la harina de garbanzos. Me apetecía daros una receta nutritiva que tuviera este ingrediente, pero que fueras consciente de que hay que dejarla a remojo.

El remojo de la harina lo puedes hacer por la noche antes de ir a dormir si vas a hacer la receta para comer el día siguiente, o por la mañana temprano si vas a hacerlos para la cena.

He de decir que las verduras que acompañan el waffle, son totalmente opcionales y las puedes cambiar por cualquier otra que tengas a mano: alcachofas, judías verdes, brocoli, coliflor, calabacín… 

Los guisantes de la masa, los puedes usar congelados si no es temporada, con lo cual es una receta que puedes hacer todo el año, cambiando el acompañamiento a tu gusto.

El huevo también puede ser escalfado o frito, y si no comes huevo, lo puedes acompañar de unos trozos de tempeh marinado pasados por la sartén.

Pero lo mejor de la receta de hoy es la versatilidad de los waffles en sí: no sólo te los puedes comer como te los presento, en plan, plato principal, sino que puedes tomarlos de desayuno, de snack, sólos o con guacamole o humus, son perfectos para llevar a un picnic, para acompañar una ensalada o buddha bol. Vamos que la versatilidad es amplia. Y eso hay que celebrarlo! 

Además, si te han sobrado (guárdalos en la nevera) de una día para otro, puedes recalentarlos en la tostadora! Mi hijo se los come tal cual a la hora de merendar. Y qué mayor satisfacción que ver a tu hijo comerse algo lleno de alimento de verdad, completo y saciante, que además no lleva nada de azúcar.

  Y como mi cabeza no puede parar de pensar, jaja, pensé en todas esas personas que no tengan gofrera, mmmm, y eso les corte el rollo total, o tengan que comprarse otro aparatejo para la cocina, con la cantidad que ya solemos tener. Pues tranquilo todo el personal sin gofrera, porque aquí, una menda, ha hecho la prueba en formato pancakes! Y la respuesta es: SÍ, afirmativo, si quieres, puedes hacerlos en formato pancakes!!! YEAAHHHH . Lo único que tendrás que hacer es aumentar la cantidad de líquido de unos 50 gramos en la masa de waffles al triturar. Que tenga una consistencia de pancakes. Según la consistencia de la masa, pueden ser 50 o 60 gramos más de líquido (agua o leche de almendra). 

Estas son las elaboraciones caseras que se puedes tener hechas con antelación:

• leche de de almendra. (yo uso mi versión sin filtrar que puse en instagram)
• almendras tostadas.
• guisantes cocidos al dente.

Y a modo final, puedes también añadir, si quieres añadir un toque más verde, unas 15 hojas de espinacas sin el rabito al triturar la masa de waffle.