Galleta «thumbprint» con espelta, anacardos, limón y amapola.

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La vuelta al cole de este curso ha sido dura. Esto de recuperar ritmos, por un lado ansiados por mi parte, a veces (siempre) es más lento de lo que una pretende. Sobretodo cuando tienes hijos, que te marcan y recuerdan que ellos también tienen su periodo de adaptación, que no necesariamente coincide con el tuyo (lo más habitual) . Quieres recuperar tu tiempo para hacer un montón de cosas pendientes, corres y quieres hacerlo todo de golpe, y por si no te das cuenta de que tienes que parar y tener paciencia, e ir cosa por cosa, tus hijos se encargan de recordártelo. Pues bien, a mi la semana pasada me pasó una vez más.

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Yo creía que mi hijo, que encima empieza en una nueva escuela, estaba ya feliz y… adaptado…pero no. Cambios de humor, cenas y desayunos sin acabar o prácticamente sin tocar. La bola de fuego materna se enciende y tira hacia la desesperación en vez de hacia la paciencia y la escucha…que le vamos a hacer, una es humana. Pero al tercer día, después de no desayunar y sin saber si se comería la comida que se llevaba, mi intuición hizo por fin acto de presencia. Esta tensión no lleva a ningún lado más que a la confrontación!! No estoy recibiendo las señales de que mi hijo también pasa su proceso de adaptación y que si está nervioso, se le puede quitar el hambre! Como a cualquier adulto…

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No más confrontación. Respetemos su ritmo y volverá a comer cuando se tranquilice …y sobretodo, cuando YO me tranquilice.

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Así que para relajar el ambiente, y prometiéndome de que al llegar al cole, no abriría su taper cual posesa para comprobar si se había comido lo que le había preparado, decidí hacer unas galletas. No como un premio por si se hubiera comido todo, sino como un símbolo de tranquilidad y amor, de que todo está bien, mamá está aquí. Y qué mejor que algo dulce para transmitir estos sentimientos.

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Llegué con mis galletas a la escuela, que en vez de amapola, tenían pipas de girasol, y para mi gran sorpresa, antes de enseñárselas, vino corriendo hacia mí, gritando que se había comido todo durante la comida!… A lo mejor el olor voló desde casa hasta su naricilla, le invadió por completo y recuperó parte de su paz perdida?

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O simplemente, que cuando una se calma y escucha con atención, puede dar al otro lo que necesita.

Ingredientes (para 18 ud)

1 tbsp de semillas de chía

3 tbsp de agua ( si usas las semillas de chía)

120 gr de anacardos (o almendras o pipas)

150 gr de copos de espelta (o avena)

1 1/2 tbsp de arrow root

1 tsp levadura polvo

1/4 tsp de sal

75 gr de aceite de coco u oliva

80 gr de sirope de arce (o miel)

1 tbsp de estracto de vainilla

1/2 tbsp de zumo de limón

ralladura de medio limón

30 gr de semillas de amapola

1/4 de bote de la mermelada que más te guste.

Preparación

  1. Mezcla en un bol pequeño las semillas de chía con el agua y remueve ligeramente.
  2. Comprueba que el aceite de coco está a temperatura ambiente, como una pomada.
  3. Tritura, primero uno y después el otro, los copos de espelta y los anacardos hasta que tengas como una harina. Mézclalos en un bol con el resto de ingredientes secos: el arrow root (una raíz en polvo que ayudará a que se mantenga unida la masa), la levadura y la sal.
  4. En otro bol mezcla con una varilla, el aceite de coco con el sirope de arce, la vainilla, el zumo de limón y la ralladura. Añádele cuando esté bien mezclado, las semillas de chía que habrán espesado como una gelatina.
  5. Vuelca la mezcla líquida sobre la mezcla seca y mezcla bien hasta que esté bien homogéneo. Mete 10 minutos en la nevera.
  6. Prepara un bol con las semillas de amapola, otro con un poco de agua y una bandeja con papel sulfurizado.
  7. Saca la masa de la nevera y humedeciéndote las manos con el agua, haz bolitas del tamaño de una nuez. Pásalas por las semillas. Aplástalas ligeramente con el pulgar, haciendo un agujero donde irás poniendo media cucharadita de mermelada. No pasa nada si están muy juntas , ya las separarás al cocerlas.
  8. Deja enfriar 30 minutos en la nevera o en el congelador. Enciende el horno 175ºC y cuécelas, separándolas, 20/25 minutos o hasta que veas que están doradas.
  9. Disfruta!

5 Responses to Galleta «thumbprint» con espelta, anacardos, limón y amapola.

  1. Aurora dice:

    Hola! yo estoy buscando también desayunos energéticos y distintos para lo míos. Sobre la receta ¡gracias! tiene muy buena pinta y tengo todos los ingredientes para hacerla hoy mismo excepto ARROW ROOT que nunca he comprado…. ¿por qué lo puedo sustituir? o quizás puedo hacerlas sin… Ya me dirás, abrazo
    Aurora

    • maria dice:

      Hola Aurora, gracias por tu mensaje!Puedes sustituirlo por una cucharada de harina de espelta a ver que tal. Aunque no he hecho la prueba, no es una masa muy líquida así que no creo que cambie tanto el resultado. Ya me contarás que tal! saludos

  2. Claudia dice:

    Hola en donde vivo no hay arrow robot q podría usar?? Me encanta como escribes .. Gracias

    • maria dice:

      Hola Claudia, gracias por tu comentario! Puedes sustituirlo por harina o he pensado también por algo tipo fécula de patata. Ya me contarás qué tal! saludos

  3. elisabeth dice:

    Hola María, acabo de probarlas, parece que tienen mantequilla! me recuerdan a las galletitas del «tea-time!».
    No tenía arruruz, le puse la misma cantidad de maicena (atrevida), Muchas gracias por poner variantes porque lo que tenía eran copos de avena y almendras, así que las pude hacer con lo que había en casa. Un gusto hacerlas, el olorcito que desprenden mientras se hornean es alucinante!
    Quedan crujientitas!.
    Muchas gracias una vez más,
    beso,
    Elisabeth

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