Acompañamientos + Aliños + Salsas / Platos principales / Recetas / vegano

Por fin una receta que puedo compartir usando los restos de la pulpa de almendra que sobra al hacer la leche de almendra! Muchos me preguntáis y francamente, entre lo que he probado y he experimentado, no encontraba nada que me convenciera, ya fuera por la textura arenosa, o porque era mucha cantidad de almendra de un vez. Llevo peleándome con una masa de galletas bastante tiempo, pero mi exigencia culinaria no me permite compartirla aún…

Pero está vez sí, y antes de que nos adentremos en tiempos más fríos, y deje de haber pimientos rojos (si seguimos las temporadas claro) en el mercado, os propongo que hagáis esta receta que además es el acompañamiento perfecto para los crackers de semillas (los amazing crackers de Anna Jones) de hace una par de semanas .

He de reconocer que siento debilidad absoluta por el pimiento rojo. En crudo me lo podría comer como si fuera una manzana, y asado, quemando bien la piel, me recuerda a cuando era pequeña y mi madre hacía ensalada de pimientos asados con tomate fresco, ajo, aceite y vinagre. Mmmmm. Sencillez y potencia de sabor a lo bestia.

La receta queda bien si usas almendras sin piel, o si alguna de las veces que haces la leche, tienes la paciencia de pelarlas. Como la pulpa dura en la nevera unos 4 o 5 días, yo lo que hago es que la congelo enseguida para usos futuros, ya que lo más probable es que el día que haga la leche no tenga a mano los pimientos…Y como la medida de la receta es justo la de una receta de un litro de leche, haces un paquetito con tu pulpa envolviéndolo en film, lo congelas y ya sabes que esa es la medida para la receta. Así que teniendo eso ya preparado de antemano, el día que quieras hacer la receta tan sólo tienes que asar los pimientos, pelarlos y triturarlo todo con el resto de los ingredientes. Súper fácil! Y además de ser un dip perfecto para cualquier cena, o picnic, son el súper recurso para incorporar en un bocadillo vegetal para llevar al trabajo: un buen pan (fundamental!), el dip de pimientos, aguacate, rúcola, manzana, brotes…

Si no tienes romero fresco puedes usar seco, pero no tendrá el mismo sabor. Desde que tengo mi mata de romero en el jardín, no paro de usarlo, es adictivo de verdad. No hay mayor placer que pasar cerca, apretar la mano contra una de las ramitas y suavemente recorrerla hasta el final e inspirar profundamente el olor …

Os aconsejo probar a incorporar romero fresco en el hummus por ejemplo junto a unos tomates secos… delicioso!  Estás añadiendo, a parte de su sabor, una dósis importante de antioxidantes y hierro, además de sus propiedades digestivas, diuréticas, respiratorias y antihepáticas.

Si a estas propiedades, le añadimos, el ajo y el limón, podemos decir que tenemos un perfecto aliado ante posibles catarros que pululen por el ambiente. Sin olvidar esa buena dosis concentrada de calcio de las almendras.

Y ahora, a correr a por esos pimientos antes de que se acaben, mientras dejas a remojo las almendras. AH! Y os compráis una bonita maceta y a plantar romero!. Vuestros platos y vuestro olfato os lo agradecerán.