Esta es una de esa recetas sin intenciones. Una coge una receta de un libro, la hace, le gusta, y durante dos semanas, y sin intención ya digo, cómo guiada por algo, le doy completamente la vuelta. Me despierto algunas mañanas soñando con un nuevo cambio ( sí, sí, una está un poquito loca). Leo en algún sitio algo que me da una idea y todo se da la vuelta de nuevo. La falta de un ingrediente en una de esas pruebas hace que se me ocurra algo que mejore y facilite la elaboración final.

Tal vez no sea del todo cierto que no había ninguna intención en los cambios. Sí es verdad, que en mi afán por hacer una pastelería más sana que la que existe hoy en día, intento llevar al límite los niveles de azúcar, usar harinas integrales y de distintos cereales, rebajar cantidades de ingredientes de origen animal… Y a veces, los resultados son desastrosos. No tanto a nivel visual, que también, pero a nivel gustativo son para echarse a llorar. Pero para eso están los retos y la cabezonería bien llevada.

La receta de hoy es la gratificación personificada de ese esfuerzo ( y del subsecuente empacho de mis allegados con tanta prueba). He conseguido hacer un bizcocho de plátano, sin azúcar refinado y usando como sustituto un pequeña parte de sirope de arce, que a su vez rebajé la cantidad, sustituyendo esa parte por dátiles. He conseguido que mantenga una textura súper jugosa a pesar de tener harinas integrales, una de las cuales es centeno, que aporta algo más a nivel nutricional y le da un sabor mucho más redondo. Y he cambiado el aceite de oliva original por aceite de coco, que aguanta mejor las altas temperaturas y se marida perfectamente con el plátano.

La única prueba que no he hecho porque no tenía en casa pero que haré pronto, es añadirle una cucharadita de ron a la masa. Sí,sí ron… no te preocupes el alcohol se evaporará, pero le daría un toque a nivel gustativo seguramente. Piensa en esta idea: coco, ron, plátano y chocolate…

Ya sabéis que un bizcocho de plátano es la ocasión perfecta para usar todos esos plátanos maduros que muchas veces están más baratos porque empiezan a estar negros, así que antes de congelarlos para hacer batidos (que también), os aconsejo probar esta receta. Tened en cuenta que como un buen guiso, ciertas elaboraciones dulces mejoran al día siguiente. Esta es una de ellas. Aunque no sé si podrás aguantar!

pd: la receta de crema de avellanas o de cualquier otro fruto seco la encontrarás aquí .

pd2: puedes hacerlo también sin el glaseado! Acuérdate de guardar una cuchara del chocolate picado par ponerlo por encima del bizcocho junto con las avellanas, antes de hornearlo.