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La primavera ya está aqui! Y con ella cambios en el clima, las verduras y nuestra manera de comer y comportarnos…Aunque el invierno no ha sido excesivamente frío (ay ese cambio climático!!!), podemos afirmar que la salida del invierno a la primavera es salir del estado de hibernación de la cueva (con chimenea por favor) al bosque renovado lleno de flores y semillas que germinan. Es como una revolución de la vida de dentro hacia afuera. El paso de la oscuridad hacía la luz con esos días más soleados y más largos.

Según la tradición ayurveda la primavera es el cambio de una estación donde el cuerpo necesitaba alimentos grasos y pesados par combatir el frío, a una estación donde nuestro organismo busca comidas ligeras y sencillas que sean fáciles de digerir buscando sabores astringentes y amargos. Es el momento de limpiar el cuerpo de ese exceso de grasa acumulada, por eso una buena época para los llamados «detox» que en absoluto han de ser radicales. Siendo tiempo de más luz y mejor tiempo es momento también de salir fuera, mover el cuerpo y quemar esa grasa acumulada. Sí, sí, de ponerse a hacer ejercicio sin más excusas, has oído bien!

Los alimentos que deberían estar en tu lista de la compra serían por ejemplo: alcachofas, espárragos, rúcola, brócoli, espinacas, rabanitos, calabaza, coliflor, endivias, hinojo, germinados, guisantes, habas, fresas, limones, amaranto, mijo, centeno, garbanzos, lentejas, quesos de cabra, semillas de mostaza, jengibre y cúrcuma fresca….en general para la verdura, todo lo que veas en el mercado de temporada.

La sopa de hoy es un fiel reflejo de esa transición primaveral: todavía no hace tanto calor como para poder comer todo frío o crudo como puede ser el verano, por eso una sopa caliente y ligera supone un súper reconstituyente. Además al ir acompañada de mijo, que es único cereal alcalino,  podemos hablar de una sopa realmente depurativa, además de hacer el plato más completo. Puedes además  añadir jengibre, cilantro o algún alga también .

He de disculparme porque la foto de la sopa en sí, no es como realmente la verás, ya que lleva más cantidad de hoja verde. En las varias pruebas que he hecho, tan sólo la última era la buena, pero el clima oscuro de lluvias (tan ansiadas por estas tierras) no me permitieron hacer ninguna foto decente. Y además otro día se me ocurrió añadirle guisantes al traer a casa del mercado… pero no quería posponer más el artículo. Aunque esto en realidad no debería causaros problemas porque la idea de la sopa es que uséis verduras de temporada en formato sopa, y le añadáis un cereal para poder tener un plato más completo. Lo importante es hacer como siempre os digo para no tener que cocinar todos los días, hacer una buena olla, comer de ella dos días esa semana y el resto congelarlo. Cocinas un día, pero comes varios!

Espero que os guste y os acordeis de añadir el zumo de limón al final porque le da todo la chispa que necesita. Os aconsejo de servirlo individualmente, por si tuvierais que recalentar la sopa no os cargueis los beneficios del limón, y así cada uno puede escoger el nivel de acidez que prefiera, que en mi caso siempre es mayor que el resto…