Acompañamientos + Aliños + Salsas / Recetas / vegano

No me cansaré de repetirlo: regalar comida hecha por uno mismo es un regalo por partida doble. Das, regalas, ofreces, agradeces pero a cambio recibes una satisfacción tan grande que es difícil de explicar. Desde que soy madre y no desarrollo mi profesión en un trabajo externo ( por que trabajo interno en casa no remunerado tengo para regalar…), cada navidad, teniendo en cuenta que vivo lejos de mi familia intento crear algo distinto para enviarles y así recordarles que les quiero y echo de menos. Los primeros años eran cosas que cosía a máquina, ya que era una manera de practicar una actividad que me encanta, aunque no tenga ni idea…yo lo intento. Pero desde que estoy en Mallorca mis regalos se han convertido en regalos comestibles (la profesión tira mucho).

Todo empezó como un pequeño detalle para agradecer al final del primer curso escolar, la acogida tan cariñosa que tuvimos en el colegio de mi hijo. Sólo puedo deciros que una maestra casi lloró y las otras no daban crédito. Cuando una cosa está hecha desde el corazón y una nota te agradece la labor, el compromiso, el cariño o lo que sea que has recibido, la gente se estremece porque recibe esa carga emocional. Y puedo aseguraros que esa emoción es mucho mayor si es algo comestible.

Es muy importante a parte de toda esa emoción que la cesta tenga un estética atrayente. Mi filosofía es que todo recipiente pueda ser reutilizado. Por eso la cesta la suelo escoger de esparto o palmito, pero también podría ser de otro material a ser posible natural como cuerda, lana o incluso una caja de madera reciclada. Como recipientes suelo usar botes de cristal porque son estéticos, limpios y reutilizables. El problema es que si haces una cesta muy grande y todo es de cristal puede llegar a pesar mucho, ese sería el único inconveniente. Puedes mezclar botes que te sobren, con tarros bonitos que compres en una tienda (yo soy una enferma de marcas como Le Parfait o Werck).

Siempre pongo una tarjeta en cada bote poniendo lo que es y los ingredientes. En este caso, como es una cesta pequeña, y son preparaciones cortas, puedes incluso escribir la receta también. Esta es una manera de motivar a la gente a que haga sus propias elaboraciones y eso es un regalazo!! Hay una intención inspiradora además de un agradecimiento.

Suelo rodearme de etiquetas que me voy encontrando y de lazos o hilos de algodón de colores bonitos y combinables entre sí. Este año las etiquetas que he usado son de Ikea que son las que ves en las fotos.

Por si acaso esta es tu primera cesta gourmet, la que propongo hoy es muy sencilla y las recetas son muy cortitas. Una cesta es «complicable» según la voluntad de cada uno, y creedme que yo soy una experta…pero para esta he hecho un esfuerzo. Luego la puedes también rellenar con algún producto comprado (de súper calidad y ecológico a poder ser) como un buen aceite de oliva virgen extra, una sal no refinada de un origen cercano, una mermelada divertida, un té o infusión (el año pasado use estas  que son increíbles) o incluso con algún producto de temporada como unos limones, mandarinas o un ramito de romero fresco.

Si te animas a hacer más cosas aquí van otras ideas del blog:

DULCE:

• brownie crudo de avellanas o el free brownie cortado en cuadraditos pequeños.
• mini cookies de avellanas y muscovado
• crema de frutos secos
• leche de almendra o sesamo y limon o la leche de anacardos y coco de esta receta.
• barritas energéticas
• carrot cake energy balls
• galletitas de gratitud que son las que os propongo en la cesta pero que en este caso van con pistacho, aunque puedes hacerlas de lo que más te guste.
• cookie irresistible de chocolate y muscovado.
• galleta thumbprint
• chocolate a la taza poniendo los ingredientes en un bote bonito y escribiendo en una tarjetita cómo se hace.
• chutney con una fruta de temporada.
• granola o esta otra granola de caramelo de calabaza y especias ayurvedicas
• trufas tipo ferrero rocher con chocolate blanco.
• trufas de leche condensada de coco.
• pinky bombones de choco blanco.
• mini donuts de naranja black & white.
• galletas sunny cookies o ginger man
• muffin de mijo, tahine y platano en versión más pequeña o este otro muffin de cúrcuma latte con crumble de sarraceno o el snickers caramelo muffin

SALADO:

• hummus picante de coliflor y salvia o este dip de judia blanca.
• chips de kale  con gomasio de semillas y algas o los tandoori green mix chips.
• nachos.
• ghee .
• amazing crackers.
• spicy curry crumble
• 

Cualquier cosa que se te ocurra en formato más pequeño como es el caso de los bountys que en esta ocasión no llevan el cremoso (una elaboración menos que hacer) pero añado jengibre confitado picado que le da un toque y una chispa muy agradable.

Ahora sólo tienes que organizarte, comprar lo que necesites y ponerte manos a la obra este fin de semana, dejarte ayudar por tus peques si los tienes, porque es una manera de transmitirles el valor de ser agradecidos a través de algo hecho por nosotros mismos en vez de por algo comprado.