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Cuantas veces te has comprado una barrita energética y te la has comido pensado que comias algo súper nutritivo y…energético. La gran decepción es, que normalmente nos venden una cosa diminuta cargada de azúcares y conservantes, entre otras cosas, que francamente, distan mucho de ser algo sano. Porque parece, que el simple nombre compuesto de «barrita energética» implica automáticamente energía saludable. Todo esto sin olvidar, los elevados precios que suelen tener.
En la receta que propongo, he calculado más o menos, el coste al que saldría cada barrita: entre 50 y 60 céntimos. Si haces la receta tal cual te salen unas 44 unidades. Esto te genera un stock en el congelador del que tirar cada vez que necesites una (o varias), ya sea porque te vas de excursión, te vas a hacer una ruta en bici o si de repente tu hijo te dice que tiene hambre y tienes la nevera vacía. O sea , es MUY útil. Tienes la certeza de que estás ofreciendo algo que está cargado de cosas que realmente te sostienen: cereales, semillas, aceite de coco, coco rallado, dátiles, un poco de miel, sirope o malta de arroz o cebada. Este último, es un endulzante que está hecho a partir del proceso de remojo, germinación, maceración, cocción y tostado del cereal elegido. Muy alejado de cualquier azúcar refinado y por lo tanto, no tan agresivo, tiene la característica de digerirse más lentamente, lo que ayuda a que no se te dispare el nivel de glucosa en la sangre. Y a nivel práctico, es muy útil por su consistencia porque actúa como si fuera pegamento.
La receta es totalmente libre a nivel mezcla. Sí que hay que respetar la cantidad de sólido seco (copos, frutos secos, semillas, coco, nibs de cacao…) y la de azúcares, dátil y aceite de coco. Pero si sólo quieres un tipo de semillas, o sólo almendras, orejones o higos secos en vez de arándanos o mezclar copos, añadir ralladura de cítricos o añadir cacao, eso forma parte de tú imaginación.
Yo normalmente las que hago, siempre suelen llevar copos de avena, sarraceno germinado (y deshidratado) y amaranto hinchado. Este último podéis hacerlo vosotros mismos calentando una sartén e ir haciendo tandas de palomitas. Sí, sí, se hinchan como mini palomitas. Pero tienes que ir echando una cucharada cada vez, taparlo y a los 8 segundos volcarlas en un plato. Igual la primera tanda se te quema, pero es cuestión de práctica. No hace falta hacer mucha cantidad porque tiene un sabor bastante potente. Si no te apetece experimentar, puedes comprarlo ya hinchado, pero se enrancian fácilmente.
Los copos de avena que utilizo son finos, más fáciles de digerir, y sin gluten. Esto último es difícil de conseguir, pero en la web de CONASI los podéis comprar online. A partir de ocho unidades te hacen un descuento, así que yo compro diez, me hago mi stock, y los uso para un montón de cosas.
La receta en sí, no es muy complicada, y una vez congelada y cortada la masa, tienes tu stock listo! Es tal la gratificación que eso produce, que te animo fervientemente a que lo hagas y pruebes. Crea una especie de sentimiento de no dependencia de la gran industria…
Y además, pueden convertirse en un súper regalo, como todo lo que se elabora en casa con amor y cariño.
Ingredientes
270 gr de copos de avena finos
30 gr de amaranto hinchado
130 gr de semillas variadas
40 gr de coco rallado
40 gr de arándanos secos o pasas
30 gr de nibs de cacao (opcional)
1/2 tsp de canela
1/2 tsp de sal
100 gr de sirope de arce o malta de arroz
30 gr de miel
40 gr de aceite de coco
115 gr de crema de almendras o tahine
430 gr de dátiles medjool ( pesados con hueso)
Preparación
- Funde el aceite de coco al baño maría.
- Mezcla en un bol grande los 7 primeros ingredientes.
- tritura el resto con los dátiles deshuesados hasta que forme una pasta.
- Añádelo al bol de copos y mezcla con las manos. Es un poco pringue , pero es la mejor manera. Cuando veas que puedes hacer un bolita que se sostiene con un poco de masa, estírala entre dos hojas de papel sulfurizado de más o menos 30 x 20 cm, hasta un grosor de más o menos 7/8 mm. Al principio puedes aplastarl la masa con las manos humedecidas con agua y luego poner otro papel por encima y terminar de estirar con un rodillo. Ponlo encima de una bandeja y congélalo una hora.
- Sácalo y córtalo en rectángulos. Vuélvelo a congelar y cuando estén bien congeladas, las guardas en un táper o una bolsa de congelación. Así estarán siempre listas.
Doy fe de todo lo que aquí se describe…..
guarda bien tu stock! beso grande
Vamos a probar con los niños esta tarde mismo! Gracias Maria x
ya me contarás que tal os han salido! beso
Parece que estas barritas te energizan – no sólo por los ingredientes de calidad – sino por el corazón y el amor que se le pone en la elaboración 😉 Gracias María por tu compartir desde el corazón
gracias a ti pilar! beso
Hola,estas barritas duran a temperatura ambiente? Si es así cuanto? Gracias
Hola María , sí que las puedes tener un día a temperatura ambiente. Dependerá de las estación estarán más blandas (si hace calor) o duras ( si hace frío. Espero que te gusten! saludos mARÍA
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