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L@s que me seguís desde hace tiempo, sabéis que mi prioridad número uno a la hora de crear una receta nueva es: EL SABOR. Por eso a veces, bueno, la mayoría de las veces, mis recetas no son muy cortas ni rápidas de hacer. Por un lado, porque no usar ingredientes que dan sabor y textura fácilmente (queso, mantequilla, azúcar blanco…), requiere reforzar ese aporte de sabor con varios ingredientes extras.

En salado siempre os digo que hay cosas muy básicas a tener a mano y realzar cualquier plato : zumo o ralladura de limón, hierbas frescas, ajo, mostazas, semillas o frutos secos tostados, dukkah, un pesto, una buena vinagreta, tomate seco, miso… en fin, todo lo que sea una bomba de sabor, que al añadir un poco, suponga un antes y un después a la hora de tomarlo.

La receta de hoy es uno de esos elementos que, añadidos a una crema , ensalada o arroz, (recuerdo ahora una tostada que me hice con aguacate y se lo puse por encima mmm..). da un giro hasta al plato más insípido. Imaginaros una especie de gomasio, pero hecho con almendras, pipas, levadura nutricional, cúrcuma, y varias y hierbas: no sólo tendremos una bomba de sabor concentrada, sino que estaremos aportan nutrición al plato. Y si además os digo que es una receta fácil y rápida de hacer, entonces no habrá excusa para no hacerla!

Es importante que las semillas y almendras estén tostadas, porque así aportarán más sabor, y serán más digestas. Lo puedes hacer sólo con almendras o con anacardos o avellanas, pero la mezcla de almendra y pipa constituyen para mi un aporte de vitaminas nada desdeñable.

Espero que lo disfrutéis mucho!